martes, 5 de octubre de 2010

Economista norteamericano pierde su beca universitaria por subversivo


"La gente compra y paga por cosas que no necesita" - así abrió su brillante conferencia magistral el Ph.D de Economía Timothy Preston, perteneciente al Massachusetts Institute of Technology (MIT), asombrando a propios y a extraños en el recinto mediante la exposición paulatina de sus corrosivas declaraciones, y al cual, desde la mañana de hoy le fue removida su beca de investigación por obvias razones, misma que ascendía a algo así como 246 salarios mínimos en Ecuador, 468 en Mozambique y 2796 en Haití. A raíz de esta intempestiva académica, una enorme polémica se ha desatado al interior de numerosas universidades norteamericanas concerniente a esta serie de revolucionarias hipótesis en el campo económico actual. "Ese tal Preston siempre ha sido un alborotador de masas, un agente peligroso para todos. No se puede andar prendiendo fuego por allí como si nada. Tales acciones deben de estar necesariamente acompañadas de su proporcional consecuencia. Esa es nuestra justificación para la remoción de su subsidio." - expresó el vocero oficial del MIT, Mr. Zacharias Pathosaurus. 

"A través de mi trabajo he descubierto que existe un cierto mecanismo operante dentro de la conducta regular de nuestra sociedad actual, en la que es necesario poseer una cuantiosa suma de bienes materiales para sentirse valioso, admirado, digno de ser tomado en cuenta. A tal resorte he decidido llamarle 'sentido de pertenencia' o 'capitalismo'. Mediante actitudes casi imperceptibles como la adquisición de costosos objetos por parte de casi todas las clases sociales y estratos socio-económicos, o al abarrotar los centros comerciales durante misteriosas épocas del año (principios de febrero y de mayo, finales de diciembre, miércoles de plaza, etc.), me fue posible entrever la poca congruencia que existe entre el discurso que asegura la existencia de una pretendida libertad individual del ciudadano promedio y sus posiblidades reales, su campo de decisión y de elección. Me parece que algo anda mal en todo esto ¿Por qué mal? Bueno: resulta que, al analizar más allá de la superficie estos asuntos, llegué a la conclusión de que durante estos periodos de desmesura periódica, los egresos del trabajador común superan por mucho a sus ingresos, lo cual quiere decir, en lenguaje coloquial, que gastan más de lo que ganan, provocando así un desequilibrio en sus finanzas personales, y poniéndolas en un grave aprieto a la hora de saldar sus deudas."

Dicho esto, el ahora llamado 'Profe Prende-Pólvora' prosiguió con su discurso: "Y esto no es lo peor del caso. Al parecer existe una especie de poder invisible que incita a las personas a comprar esta serie de objetos que no necesitan y a meterse en situaciones problemáticas de manera absurda, fuerza alienígena a la cual llamaré 'medios informativos y de persuasión mediática' (pido una disculpa por los tecnicismos tan difíciles, pero ha de comprenderse que soy un científico, y esto es a lo que me dedico), la cual consiste sobre todo en una serie de complejos e intrincados mecanismos esparcidos por doquier, los cuales, mediante fotos bonitas y canciones chistosas, orillan a su receptor a realizar acciones que en el fondo no desea, y dinámicas en las que jamás hubiera imaginado verse inmerso".

"Esta especie de sobrevaloración de los bienes materiales puede notarse de manera encubierta, por ejemplo, mediante una de las manifestaciones expresivas más características de nuestra juventud: las redes sociales. Una inmesa cantidad de jóvenes atiborra sus redes sociales con fotografías de sus automóviles caros, de sus viajes a otros países, de sus fiestas exclusivas, de sus novia(o)s buenísima(o)s, y en general de cualquier tipo de lujo. La finalidad es obscura, repito, pero poseo al menos una hipótesis que me parece que podría encajar en todo este embrollo. Mi tesis es que cuando la gente ve estas fotos de sus compañeros gozando más de lo que ellos pueden gozar, se desata una cierta reacción anímica la cual he acuñado como 'envidia' (retomando el nombre de uno de los siete pecados capitales según el cristianismo), generando diversas reacciones: hostilidad, añoranza de ser sus amigos más cercanos, atracción sexual, etc. Un biólogo o un neurofisiólogo podría explicar mejor semejantes reacciones y su impacto en nuestro organismo, y es por eso que me encuentro realizando a la par esta serie de experimentos en esfuerzo conjunto con los deptos. de Biología y de Neurofisiología de nuestra universidad, con el fin de hacerlo llegar al público en general, mismo que, hasta la fecha, no tiene ni idea de este tipo de 'detonadores encubiertos'." 

Otros neologismos como 'sociedad de consumo', 'ricos y pobres', 'control mental' y 'complejo de inferioridad' fueron barajados durante los 50 minutos que duró su exposición, la cual fue interrupida en varias ocasiones por gritos y sombrerazos por parte de la enardecida audiencia de viejitos calvos y panzones (pero muy sabios, seguramente) sentados hasta enfrente del auditorio, de una manera incluso más violenta e intolerante que en el mítico estreno de "La consagración de la primavera" del perro comunista ruso Igor Stravinsky en 1913. 

"Me parece muy importante que notemos tales situaciones de riesgo, sobre todo en el decurso de nuestra vida cotidiana, ya que he notado que sobre todo es allí donde se manifiesta el problema. Yo comprendo que al principio pueda sonar como un demente por lo que estoy diciendo, o demasiado reaccionario, pero con el tiempo creo que la gente lo entenderá, cuando se encuentren preparados. Me considero plenamente consciente de lo impactante que pueden resultar esta serie de afirmaciones para mis contemporáneos, compañeros y académicos, no obstante, me ha sido imposible acallar los resultados de los más de 28 años de investigaciones y trabajos de campo. No es mi intención ser el iniciador una revuelta ni mucho menos; en lugar de eso me limito únicamente, como un buen fenomenólogo, a exponer los resultados de mis observaciones en bruto. Confío en que no se me juzgue erróneamente a partir de lo expresado en esta oportunidad. Gracias, y buenas tardes." - concluyó el bastardo impúdico ése.

Se espera que este tipo de pensamiento de vanguardia llegue poco a poco a nuestro país (en unos 70 u 80 años), sobre todo a los oídos de jóvenes economistas, futuros líderes de opinion egresados de nuestras más prestigiadas universidades en este campo (ITAM, UNAM, UIA, etc.), generando así cambios significativos en sus conductas, como dejar de comprar Bon-Ice y Marlboro's en el Oxxo, televisiones de plasma en el Palacio de Hierro, e ir a bolearse todos los días sus zapatos a las esquinas de Polanco. La bomba ha sido soltada. Observemos ahora con detenimiento el impacto, aferrándonos los calzones Gucci a nuestro cuerpo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Simples e doce. Estou pensando em começar um blog ou cinco muito em breve, e eu definitivamente vou considerar este tema. Mantenha-os próximos!