Cd. de Querétaro, Miércoles 9 de junio de 2010
Equipo informativo al día
El famoso chip de localización satelital que portaba Diego Fernández de Cevallos en el escroto (en "la bolsa del mandado": nombre codificado otorgado por los detectives especiales de la SSP) con el fin de prevenir cualquier tipo de atentado en contra de su libertad, implantado años atrás durante su impecable y transparente gestión como presidente del senado federal, fue ubicado durante la mañana de hoy al interior de una hamburguesa elaborada por la compañía multi-nacional McDonald's, vendida dentro de una de sus sucursales en el estado de Querétaro, localidad en donde fue perpetrado el ya famoso y lamentable secuestro de la susodicha figura pública.
Los mecanismos tecnológicos de sistemas satelitales llevaban rastreando este dispositivo desde hace tres semanas con una gran precisión perimetral, pero fue hasta el día de hoy que la Secretaria de Seguridad Pública se armó de valor ("se agarró los huevos": sin intenciones de ofender a Cevallos y a sus lastimadas gónadas) y decidió dar el golpe, llevando a cabo las labores de rescate de manera rápida y con una ejemplar efectividad. A las nueve cuarenta y cinco de la mañana aproximadamente, un equipo AFI especializado en secuestros y toma de rehénes, entró con violencia (in) necesaria dentro de la susodicha sucursal de venta de comida chatarra, agarrando grandes porciones de alimentos de índoles varios entre sus fauces hambrientas, y asaltando y tomando a cuatro meseras y cajeras por esposas y esclavas sexuales (o sea, más o menos la misma cosa).
Después de haber disfrutado un rato con 'los manjares' ofrecidos en el recinto, los capacitados elementos de seguridad arremetieron en contra del punto que les señalaba el localizador vía satélite, asombrándose de sobremanera al descubrir que nuestro "Jefe" Diego se encontraba al interior de un hombre de edad avanzada que comía apaciblemente su McTrío en una de las mesas más rezagadas del local. Frente a tanta ametralladora amenazante y tanto 'cuerno de chivo' apuntando a su cabeza, el anciano, por completo horrorizado, escupió el trozo de bolo alimenticio de inmediato, junto con su dentadura postiza: efectivamente, el chip se encontraba dentro del 'regalito'. El miserable viejito tuvo que ser llevado de urgencia a un hospital cercano, después de sufrir un ataque súbito al corazón, por causas aún desconocidas; su estado es grave, tirándole a barítono.
El chip localizador, como ahora resulta evidente, fue trasplantado hábilmente a un ovino de la granja de Cevallos en el momento justo del rapto, al parecer muy lejos del ano del animal, para que no hubiera 'ningún pedo' a la hora del rastreo satelital efectuado por las autoridades del estado, y así desviar la atención de la justicia de manera rotunda. Semejante y malvado despiste tuvo éxito, y los secuestradores deben de estar en estos momentos cagados de la risa en su guarida, abriendo latas de cerveza bien fría y jugando gato y timbiriche en el maltratado cráneo rapado de Cevallos, mientras le rozan los labios con el pene de manera burlona y repetitiva, luego de haberlo vestido de bailarina, del 'Chacal' de Don Francisco y de al menos otros quince humillantes disfraces más de temporada primaveral (bueno... eso nos imaginamos, pero también es bastante posible, por lo tanto, tenemos pruebas conduntentes de ello).
"¡¿O sea que hemos estado siguiendo por tres semanas a una pinche vaca?! ¡Vale madre!" - fueron las primeras palabras del otro "jefe", el del equipo especializado de la AFI, el Tnte. Ausencio Buendía Malacara, frente al intento frustrado de este organismo de seguridad de rescatar a "Don Corajes" (así le decimos de cariño en la redacción) de las terribles garras del hampa organizada, y retornarlo a su pacífica "Cabaña", con sus caballitos, su pajita y sus niños, de vuelta a su impune tranquilidad bucólica en sus días de apacible vejez. "Pinche tecnología, ¿ven cómo ni sirve?" - prosiguió el teniente en su comunicado de prensa, mismo en el que revelaron todas las rutas que había tomado el presunto cuerpo de Cevallos a lo largo del estado de Quéretaro. "Con razón se me hizo raro que el foquito rojo se hubiera quedado quieto más de una semana y media cerca de la ganadería 'El Semental'. Chale".
Diversas incongruencias, como el súbito aumento de peso del "Barbas de cobija" (así también le pusimos acá) de sus habituales 72 kg. a 386 kg. hacían sospechar fuertemente a los agentes judiciales de que algo andaba mal, pero ninguno pudo dar con la enigmática causa hasta hace apenas unas horas. Ahora, la AFI no puede sino esperar que le haya quedado un trocito de chip en la carne del ex-dirigente con el fin de seguirlo rastreando, o que de plano los secuestradores sean unos esquizofrénicos con delirios de grandeza mesiánica y que se entreguen a los detectives a las puertas de su agencia, como sucede en el filme 'Seven'. "Así sería mucho más fácil todo, 'peladito y a la boca': creo que es la manera más apropiada de resolver el conflicto" - comentó un policía con bigotes ralos. Casi nadie le hizo caso y todos siguieron comiendo sus pambazos.
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