Finalmente ha llegado el momento tan anhelado desde hace varios años por un sinnúmero de infantes con trastornos serios en su sexualidad de este país. El día jueves 28 de Enero de 2010, miles de niños y niñas se volcaron a las calles, llenando de confetti y de mermelada de fresa con sus manecitas pegajosas, el Paseo de la Reforma a la altura del Ángel de la Independencia, todo esto debido al júbilo desatado por la tremenda noticia recibida ayer referente a su situación conyugal en el ámbito jurídico: la Asamblea Legislativa, después de muchos dimes y diretes, aprobó la moción 3215556-B del Código Civil vigente en el DIF, la cual permite a niños del mismo sexo contraer nupcias en el Distrito Federal, eso sí, acompañados de sus padres y oficiadas dentro de túneles subterráneos que fueron diseñados y que serán construidos especialmente para esos fines.
Como recordamos, mucho revuelo generó desde el principio aquella difícil discusión que pretendía fijar la edad exacta en la que debía establecerse el parámetro estándar de la niñez en la población mexicana: ningún sector parecía ceder, asumiendo una actitud necia, inmadura y sumamente infantil. Finalmente, la edad normativa fue fijada por el Comité entre los 3 y los 11 años de edad, para disgusto de muchos bebés de maternales y de guarderías con erecciones tempranas; y de un sinfín de pubertos de secundaria que quedaron inmediatamente excluidos de tan trascendente hecho en el mundo pueril homosexual ("Aguántense, ya tienen pelos. Ya mero les toca", son las palabras de aliento más recurrentes que reciben de parte de sus padres, quienes los notan francamente desalentados).
Todavía se analiza la posibilidad de la actualización de esta nueva ley, la cual, de ser revisada y reformulada a petición de un gran sector de los niños y niñas gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros, permitiría la adopción de cachorros animales y de juguetes de temporada, junto con su patria potestad y el nombre del afortunado tallado en una plaquita de aluminio para colgarse (pintada de rosa o de azul, según sea la preferencia). La mayor objeción ante esta reforma la establece, como era de esperarse, el sector cristiano-conservador de los niños de la calle, quienes temen el surgimiento de graves secuelas psicológicas y alteraciones no deseables en la formación de la identidad y del carácter de los juguetes y las mascotas adoptadas. Por lo pronto, alrededor de 17 500 solicitudes de matrimonio se han ya solicitado en un gran número de preescolares y de primarias de toda la ciudad, y el número tiende a aumentar en la medida en que la noticia se propaga poco a poco. Veremos bien a bien, qué es lo que pasa con este suceso. Nos mantendremos al pendiente.
Nota: en apología al profesionalismo periodístico que profesamos, se trató de evitar a toda costa evidenciar la fuerte y recalcitrante homofobia del autor de este reportaje, por lo cual le pedimos asumir en su lectura amplitud de criterio, su absoluta comprensión y una sincera disculpa si en algún momento, de manera totalmente involuntaria, herimos la suceptibilidad de algún niño puto o de alguna niña ramera y marrana, de ésas que les gustan las "pussies" y las tetas, pinches engendros de la naturaleza, enemigas de Dios, y jijas del Diablo (algún día se quemarán en las llamas eternas del infierno: ya lo verán, yaaaa lo verán...).
Como recordamos, mucho revuelo generó desde el principio aquella difícil discusión que pretendía fijar la edad exacta en la que debía establecerse el parámetro estándar de la niñez en la población mexicana: ningún sector parecía ceder, asumiendo una actitud necia, inmadura y sumamente infantil. Finalmente, la edad normativa fue fijada por el Comité entre los 3 y los 11 años de edad, para disgusto de muchos bebés de maternales y de guarderías con erecciones tempranas; y de un sinfín de pubertos de secundaria que quedaron inmediatamente excluidos de tan trascendente hecho en el mundo pueril homosexual ("Aguántense, ya tienen pelos. Ya mero les toca", son las palabras de aliento más recurrentes que reciben de parte de sus padres, quienes los notan francamente desalentados).
Todavía se analiza la posibilidad de la actualización de esta nueva ley, la cual, de ser revisada y reformulada a petición de un gran sector de los niños y niñas gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros, permitiría la adopción de cachorros animales y de juguetes de temporada, junto con su patria potestad y el nombre del afortunado tallado en una plaquita de aluminio para colgarse (pintada de rosa o de azul, según sea la preferencia). La mayor objeción ante esta reforma la establece, como era de esperarse, el sector cristiano-conservador de los niños de la calle, quienes temen el surgimiento de graves secuelas psicológicas y alteraciones no deseables en la formación de la identidad y del carácter de los juguetes y las mascotas adoptadas. Por lo pronto, alrededor de 17 500 solicitudes de matrimonio se han ya solicitado en un gran número de preescolares y de primarias de toda la ciudad, y el número tiende a aumentar en la medida en que la noticia se propaga poco a poco. Veremos bien a bien, qué es lo que pasa con este suceso. Nos mantendremos al pendiente.
- Romualdo Blado-
Nota: en apología al profesionalismo periodístico que profesamos, se trató de evitar a toda costa evidenciar la fuerte y recalcitrante homofobia del autor de este reportaje, por lo cual le pedimos asumir en su lectura amplitud de criterio, su absoluta comprensión y una sincera disculpa si en algún momento, de manera totalmente involuntaria, herimos la suceptibilidad de algún niño puto o de alguna niña ramera y marrana, de ésas que les gustan las "pussies" y las tetas, pinches engendros de la naturaleza, enemigas de Dios, y jijas del Diablo (algún día se quemarán en las llamas eternas del infierno: ya lo verán, yaaaa lo verán...).
3 comentarios:
io llebo mas de trez años con mi nobia, y akabando maternal nos Queríamos kasar...
encontré promocionado su blog en los pasillos de la Facultad.
Debo decir que nunca supe de la existencia de tal revista (será porque soy de primer semestre).
Ahora he leído algunas de sus entradas y debo destacar que me agrada mucho el sarcasmo y la burla que utilizan.
Este texto es particular es sumamente divertido y, me atrevo a decir, no se aleja mucho de la realidad en unos años...
No encontré su gadget de seguidores, pero ya les comentaré continuamente n.n
saludos!
A mi lo que me preocupa son "las graves secuelas psicológicas y alteraciones no deseables en la formación de la identidad y del carácter de los juguetes y las mascotas adoptadas." Buenísimo!
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