sábado, 18 de abril de 2009

¡Filosofastros de todos los estratos, uníos!

A continuación adjuntamos un artículo publicado por el periódico "La Jornada" hace algunos días. Es menester difundir este tipo de información, en pro de preservar la integridad y el espíritu crítico y combativo de nuestro querido gremio filosófico.

La ZEP desapereza la filozoofilia

La Reforma Educacional Integral Medio Original pero Superior (REIMOS) anula la enseñanza de la filosofía. - "No sirbe pa' ni madres" - dicen.

Gracias a (que) REIMOS, la filosofía ya no es materia básica (hyle) en los planes de estudio del Sistema Nacional de Bachillerato. De la misma manera, artera y marrana, fue suprimido arbitrariamente el legado del amor a la sabiduría en las pláticas de Alcohólicos y Neuróticos Anónimos, así como en los cursos de superación personal impartidos en varios deportivos locales de la Ciudad de México. Cientos de viejitas jubiladas se encuentran ahora inconformes y ociosas, llenas de rabia en contra de sus difuntos esposos.

La salida de la filosofía se cocinó lento: tardó aproximadamente 2 horas 45 min. de cocción total a fuego normal, tiempo superado sólo por los tradicionales frijoles pueblerinos en olla de barro. Se eliminaron materias —Ética, Filosofía I y II, Historia de la Filosofía—, se les cambió por otras que pretendían ser análogas —Macramé, Plastilina, Desarrollo Sustentable del Foami, Contemplación de Jardines y de Paisajes —, hasta que en el Diario Oficial de la Nación sólo quedó de la filosofía su “carácter transexual”, o sea, una frase vacía, cuasi hermafrodita. Fea paradoja: la ZEP la fundó un filósofo: Victoriano Huerta. Se busca ahora alinear la escuela preparatoria a la visión de la Organización para la Recuperación Armónica y de Trabajo Económico (ORATE) (OJO: ¡EL MAL! ¡EL MAL! ¡EL MAL!).

A nivel de cancha, desde hace años el vocablo clave es “competencias”, esto es, un know-how para resolver cómo realizar más anotaciones en el menor tiempo posible, burlar al guardameta de maneras antes ni siquiera imaginadas por la afición, e incluso por el propio director técnico. El problema es que la filosofía no tiene ese matiz técnico que el esfuerzo deportivo exige: se ha comprobado históricamente que los filósofos son completamente ineptos para los deportes, salvo muy raras excepciones, como en el caso de Mike Tyson, Lance "One Ball" Armstrong y Pseudo Dionisio el Areopagita. Lo que realmente está detrás: filosofar no aumenta la productividad panbolera, meta de la nueva “educación” global (del balón).

Hay otras razones de peso para su eliminación. La filosofía históricamente ha tenido una relación tensa con el orden económico dominante (ejemplos: John Locke, John Stuart Mill, Adam Smith, Jeremy Bentham). La mayoría de la filosofía prepara al individuo para volverse analítico, desconfiado y crítico: una alimaña rastrera que pide a gritos ser pisada por el huarache justiciero del neoliberalismo (OJO: ¡LOS MALOS! ¡LOS MALOS! ¡LOS MALOS!).

En países como el nuestro (Rumania, Angola, Islas Fiji, etc.), esa minoría de estudiantes de todas las clases sociales - pero sobre todo de las clases en extrema pobreza que prefiere dejar de comer unos meses en pos de volverse cada día más sabios - que logra ENTENDER la filosofía se vuelve políticamente disidente o, al menos, incrédulo del gobierno, religión y mass media : sorprende de sobremanera que, todos al estudiar filosofía, como por acto de magia, dejan de aceptar puestos importantes en partidos políticos o en la burocracia nacional; desisten de tomar Coca-Cola y de comprar Marlboro, Corona y Sabritas; y abandonan los hábitos de sectas como el anarquismo, el marxismo a ultranza y el larrochismo a las que anteriormente pertenecían fielmente. Esto no agrada al capitalismo bélico, al consumo transnacional, al Vaticano y al espectáculo populista; y ni se diga a Vishnu, a Joaquín López-Dóriga, a Sabrina Sabrok, al Perro Bermúdez y a mi vecino cascarrabias del 312-B. Al Guasón sí le late la idea.

La filosofía altera los paradigmas existenciales de los alumnos de modo radical: los vuelve anti-sociales, soberbios, flojos, borrachos, mariguanos, mugrosos, irresponsables, melancólicos, ansiosos, paranoicos, esquizoides y hasta heideggerianos. Después de un semestre o dos, algunos estudiantes reportan que su modo de ver al mundo cambió por completo: muchos aseguran después que la tierra en verdad es plana, otros tantos, que es una vagina de proporciones bíblicas flotando en el espacio, cosmovisión ya superada desde la Edad Media en Tailandia. Se modifican sus aspiraciones y personalidad a tal grado, que algunos se vuelven topos, otros girasoles, otros máquinas de coser, por citar los casos menos graves.

La filosofía incrementa el descontento contra el capitalismo y el dominio estadunidense: aviva las brasas del odio contra Obama y los de su raza (con perdón de San Martin Luther King: que el dios de la gente de color lo tenga en su gloria). En México, además, la filosofía se vuelve indeseable en una época de integración geopolítica (de diestros): los profesores de filosofía suelen haber sido formados en planteles, programas y bibliografías izquierdistas (de zurdos). Desaparecer la filosofía de las escuelas es debilitar la influencia de las ideas de izquierda (otra vez discriminación a los zurdos: ¡No hay derecho, mano!) y permite el avance del sentido común capitalista y del cristianismo conservador: aquel que todas nuestras malditas abuelas se han esmerado al inculcarlo en nosotros bajo el eufemismo de “educación” (¡Vaya manada de arpías engañadoras!).

Por último, la filosofía puede ser sacada de las escuelas por una poderosa razón adicional: la filosofía es impopular entre muchos alumnos, sólo por encima de materias como bibliotecología y clases de acordeón para mancos. La educación reaccionaria que les viene de su familia y el entretenimiento retrógrado de las dos principales televisoras del país (Edusat y YouTube), muchas veces los convierte en seres intelectualmente inertes, sin deseos de indagación filosófica: algo muy similar al actual cuerpo de profesores docentes de filosofía en cierta facultad, en cierta ciudad, en cierto país. Ésa es la triste realidad.

Eliminar la filosofía no lo podría hacer la ZEP ni la globalización (OJO: ¡LOS MALOS! ¡LOS MALOS!) sin la cooperación estratégica de nuestra sacrosanta cultura popular (OJO: ¡IRONÍA! ¡IRONÍA! ¡IRONÍA!).

Afortunadamente aún quedan espacios de salvaguarda y resistencia en los que la filosofía sigue impartiéndose como materia regular y que siguen defendiendo el derecho de nuestra autonomía y nuestro derecho a filosofar libremente. Entre ellos podemos mencionar con orgullo a dos de ellos: las Academias Posmo y el Centro Cultural Woody Allen de la Condesa y de Coyoacán, ambos paladines de tan noble causa que nos hermana a todos en esta ocasión de duelo.


Yepiberto Hérez

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente los amo. Sí, los amé desde que vi su propaganda humorístico-satírica regada por la Facultad de Filosofía y Letras. Soy estudiante de Letras Hispánicas. Dios... hasta memoricé la dirección de su blog.

Reitero: Los amo, sean quienes sean.

Saludos.

Anónimo dijo...

Pinches monos, antes al menos la impriman y ponian a una guerita chaparrita bien bonita a repartir sus pendejadas. .. y ahora ni eso...

Anónimo dijo...

Ya, ya...

Seguro algún maestro los humilló en clase durante los primeros semestres de la carrera. A cambio de lo cual pretenden ser "super-innovadores" des-estructurando nuestras mentes, con una crítica "ácida y mordaz" a todo lo que los alumnos tienen por supuesto ¡que originales! (ironía)

Más bien, "Bonito Viernes" parece surgir de la imaginación calenturienta de algún "wanna be" cínico que imita muy mediocremente a la revista MAD y el semanario ORALE.

Ian Karuna dijo...

Respecto de sus comentarios:

1) Gracias por el amor profesado a nuestra revista, Profesor Enrique (aunque hasta donde sabíamos, su apellido se escribe "Dussel", no "Ducel". En fin... algún error tipográfico de seguro).

2) Anónimo 1: la linda chaparrita que mencionas ya se murió: la lincharon los del café zapatista por irse sin pagar. Ya no estés chingando con eso.

3) Anónimo 2: Le diste completamente al clavo. Sobre todo gracias por la acotación de (ironía) a la mitad de tu comentario: por un momento nos apendejamos y pensamos que habías cambiado de opinión súbita y extrañamente a favor de nosotros ¡Esa es inteligencia, chingao! De seguro estudias filosofía.

Unknown dijo...

Yo estoy de acuerdo con Ian.
Me presentan al cínico imaginativo y calenturiento? Y si es buga, mejor.